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Hay casi 10 millones de hectáreas más con sequía y el 75% del área agrícola está afectada

Entre lo que habitualmente se destina a agricultura, ganadería y forestación se registran 126,5 millones de hectáreas comprometidas por la falta de precipitaciones; La Niña va por su tercer año y presenta riesgos para el Gobierno

En agosto pasado, el área con sequía a nivel país se expandió en cerca de 10 millones de hectáreas con respecto al mes anterior y pasó a afectar a 126,5 millones de hectáreas, considerando el área que se suele usar para agricultura (unas 33 a 34 millones de hectáreas según los años), ganadería y forestación.

Además, puntualmente para la ganadería vacuna, 10,7 millones de cabezas quedaron en “factor de riesgo”. Se trata del 20% del rodeo nacional. En julio último estaban en esa condición 8,4 millones de cabezas del stock bovino. El 75% de lo que corresponde al área agrícola hoy atraviesa una situación de sequía, dicen los expertos. A no ser por la situación en el norte de la Patagonia y el Litoral, un porcentaje similar de lo que pasa en la superficie agrícola es trasladable a la realidad total del país. Hay lugares donde no llueve hace meses. Es una noticia mala para la Argentina en general y el Gobierno que, ansioso de divisas para las reservas del Banco Central, ideó el mecanismo del dólar soja con un tipo de cambio a $200 para que se venda más de esa oleaginosa. La agroexportación ya ingresó así US$3500 millones, pero ahora se presentan dudas para la cosecha de trigo, que debería venir con divisas a fin de año, y la siembra de la campaña de granos gruesos de maíz y soja.

Los datos sobre el avance de la sequía en unas 10 millones de hectáreas en agosto último, con una fecha de corte al 1° del actual, se desprenden de un relevamiento realizado por la Mesa Nacional de Monitoreo de Sequías, que integran organismos oficiales, entre ellos la Secretaría de Agricultura, el INTA, el Servicio Meteorológico Nacional, la Facultad de Agronomía de la UBA (Fauba), la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) y el Instituto Nacional del Agua.

Para Pablo Mercuri, director del Centro de Investigación de Recursos Naturales del INTA, hoy el 75% del territorio agrícola está en sequía y el panorama climático no se perfila alentador. Para los próximos 15 días no se vislumbran lluvias que puedan ser abundantes y que cambien una situación que se arrastra de meses. Este domingo podría haber un evento sobre la Patagonia, La Pampa y el sudeste bonaerense, pero no más allá en cuanto a la extensión geográfica.

La Niña, que provoca lluvias por debajo de lo normal, se está repitiendo por tercer año consecutivo. Bajó en un millón de hectáreas la siembra con trigo, a 5,9 millones de hectáreas, y en maíz, que está en lo formal en pleno calendario de siembra, se descuenta un recorte no menor a 400.000 hectáreas. Las sembradoras no pueden avanzar en los lotes por la falta de humedad.

Como informó este medio, ya por una disminución en la cosecha prevista con trigo, de 17,7 millones de toneladas contra 23 millones del año pasado, se estima que las exportaciones del cereal caerán en más de 3 millones de toneladas y esto significará una pérdida de más de US$525 millones menos.

Hace unos días, un estudio del SMN señaló que el invierno de 2022 quedó como el séptimo más seco en 61 años de registro. La última vez que se dio, como ahora un tercer año consecutivo con el fenómeno La Niña, fue en el período 1998-2001.

Dos indicadores relevantes para el agro que muestra la baja reserva de humedad
Dos indicadores relevantes para el agro que muestra la baja reserva de humedad

Sin precipitaciones, la zona agrícola núcleo, que tiene las tierras más productivas del país y comprende el sur de Santa Fe, el sudeste de Córdoba y el norte bonaerense, sigue viendo un deterioro del trigo allí sembrado. “La condición regular a mala pasa del 54% al 70% en la región, o sea a 900.000 hectáreas”, expresó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) en un último relevamiento. Entre otros lugares de la región, la entidad graficó con un caso el impacto del fenómeno climático: Marcos Juárez. En esa localidad del sudeste cordobés el cereal suele rendir un promedio de 40 quintales por hectárea, pero ahora los expertos prevén de 15 a 20 quintales por hectárea. “Sin lluvias a la vista, será una de las peores campañas de los últimos años”, expresaron en la región de Marcos Juárez, según la BCR. “Los primeros rindes estimados rondan el 50% de lo esperado en trigo”, apuntó.

Superficie comprometida

De acuerdo al reporte de la Mesa Nacional de Monitoreo de Sequías, en la zona núcleo la “sequía moderada” avanzó hacia el norte de la provincia de Buenos Aires y el sur de Entre Ríos. Destacó que la principal región agrícola del país durante agosto volvió a marcar un “mes marcadamente deficitario” en cuanto a la ocurrencia de precipitaciones. Desde el INTA, Mercuri destacó que el invierno seco de algún modo se alargó en su duración y ya avanzó hacia la primavera. Cuesta que se produzca el quiebre para que haya un cambio en el registro de precipitaciones.

“Los índices de humedad muestran condiciones deficitarias para gran parte de los suelos del centro y oeste del país”, apuntó el informe de los organismos públicos. “Son muy bajos los valores de humedad en Córdoba, sur de Santa Fe y norte de Buenos Aires”, agregó el informe.

En la denominada región centro, que el trabajo menciona para las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y La Pampa, la sequía allí es “moderada” y se encuentra en esa condición hace 10 meses.

En un contexto difícil para la producción, la BCR alertó sobre un fuerte atraso en la siembra de maíz en la región núcleo. “El año pasado había un 25% sembrado al 15 de setiembre, pero en el 2022 solo hay sembrados lotes muy aislados que no alcanzan siquiera para contabilizar un 1%”, graficó.

“Hay mucha preocupación ante la falta de lluvias en los pronósticos y la falta de agua en los perfiles para implantar un cultivo que lleva consiga una enorme carga financiera”, precisó. La entidad agregó en su reporte palabras de José Luis Aiello, doctor en Ciencias Atmosféricas, que dejan una advertencia sobre el escenario inmediato: “Por el momento, no hay cambios en la actividad atmosférica que permitan prever una salida favorable”. Para el experto, “bajo la influencia de la tercera Niña consecutiva habrá que esperar el cambio de estación para ver si eso ocurre o si se repite el patrón seco del invierno”.

fuente: La Nación

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