La sequía azota los campos del Chaco
El panorama es desolador. La falta de lluvias generó que inclusive se secara el río Negro en la zona de Colonia Elisa. No hay pastos naturales. La soja no se está implantando como se esperaba y disminuyó la cantidad de hectáreas de algodón.
La falta de lluvias y las temperaturas extremas que se dieron en los últimos 20 días en el Chaco generaron serios problemas para la producción ganadera, agrícola y también impacta en la horticultura.
En el Este chaqueño, los pastizales naturales parecen como si hubieran recibido una fuerte helada. Cada día sin lluvias es un día más con complicaciones.
Campos con pastos secos, represas secas, algunos animales muertos y un gran déficit de comida forman parte de un panorama desolador en la provincia.
«Recién hoy empezamos la siembra de soja en las únicas 90 hectáreas donde llovió unos 15 milímetros, de las 2.100 hectáreas que tenemos para sembrar soja, más 1.800 de maíz», comentó desde Gancedo el productor Daniel Kempe.
«A los animales hace rato los venimos manteniendo con rollos y semillas de algodón; por suerte tenemos agua en pozos», agregó.
EN COLONIA ELISA SE SECÓ EL RÍO NEGRO
Para Martín Goujón, de la zona de Colonia Elisa, la situación es crítica. Describió los períodos que en agricultura soportó esa parte del Chaco. «Tuvimos una primavera complicada, pero el girasol soportó bien, y no así el maíz. El sorgo en condiciones desfavorables, la soja mal, y llegamos a diciembre con un déficit de unos 100 milímetros», comentó.
En cuanto a la ganadería, «el soplete quemó los pastos, están como si fuera agosto», aseguró.
«El río Negro se secó y la mayoría de las represas también. Falta una lluvia de más de 100 milímetros para cargar las aguadas y bañados», aseguró.
FALTAN MÁS DE 200 MILÍMETROS EN LA TIGRA
En la zona Sur de Sáenz Peña y La Tigra, dicen los productores que necesitan un promedio superior a los 200 milímetros para equilibrar el déficit hídrico.
«En mi zona (La Tigra) el promedio anual de lluvias de los últimos 44 años es de 1.094 milímetros, nos faltan 400 milímetros este año teniendo en cuenta que en otras zonas llovió menos que aquí», enfatizó.
Para el productor ganadero Rodolfo Dianda, del Norte de Castelli, la situación de la ganadería es pésima.
«Ya estamos casi sin agua de bebida y enfrentando la dura realidad de iniciar el proceso de desocupar el campo», dijo, y agregó: «Sin comida podés pelearla, pero sin agua es imposible».
«Eso en un contexto donde todo tipo de demanda esta retraída, tanto interna como externa, los mercados saturados y sobreofrecidos, sin precios (están igual o más bajos que hace varios meses) y sin campos alternativos que puedan recibir los rodeos en guarda».
POCO MAÍZ, POCA SOJA
«Quiero ver dentro de 3 o 4 meses, qué alimento balanceado vamos a dar de comer a los pollos o engordar los terneros», dijo José Sorabella, productor ganadero de la zona de San Martín.
Añadió que el pasto en la zona de San Martin, en varios lugares se lo ve quemado como después de una helada fuerte, donde no es peladal.
«El tema es que se están viendo muy pocas vacas en celo, subnutridas, y ya venimos desde 2020 con arrastre de seca, el pasto no termina de recuperarse». Agregó que los tactos del próximo otoño van a ser de resultados pésimos.
En este contexto, mientras algunos consideran que habrá una subida importante del precio de la hacienda para abril o mayo del año que viene, surge el inconveniente de que no se consiguen campos en condiciones mínimas para hospedar a los animales.
«Da lástima ver las vacas tan flacas»
La sequía no da tregua en el Norte argentino, sin lluvias de importancia, las aguadas secas, las pasturas amarillas. Todo se volvió complicado, y la ganadería está al borde de comerse lo poco que resta de alimentos en el campo.
Las vacas flacas en la zona de Villa Berthet. La falta de pasturas golpea fuerte y cada vez se complica más la situación por la ausencia de lluvias.
El testimonio de Mariela Kasko, una productora ganadera de la zona rural de Villa Berthet, es elocuente: «Ver así a las vacas dan ganas de llorar… y hay lotes que están peores», dice.
«El paisaje que se observa es dramático: represas sin agua, la mayoría ya se secaron. En algunos casos, para unos días más aguantan. Los que tienen agua de perforación ruegan que no mermen», resumió la productora-.
SIN PASTO NATURAL
Mariela Kasko dijo que pastos naturales casi no quedan, y que el alimento disponible es muy escaso. Hay muy poca alfalfa, y la disponible tiene un alto costo, como también está faltando la semilla de algodón.
«En mi caso, estamos zafando con las chauchas de algarrobo, de mis más de 3.000 plantas, que las puse sin ayuda de nadie, sin subsidio ni canchereadas, las puse por mi cuenta y hoy me sirven», comenta.
«HAY CARBUNCO Y NO SE PUEDE MOVER LA HACIENDA»
Mariela Kasko advirtió que en la zona hay preocupación porque habría carbunco, y se da en momentos en que es difícil mover la hacienda para vacunar por el estado corporal de los animales.
El carbunco es una enfermedad infecciosa y contagiosa que padecen los animales, en especial el ganado bovino y ovino, producida por una bacteria y que puede ser transmitida al ser humano.
AFTOSA
Asimismo, indicó que hay dificultades para completar la vacunación contra la aftosa por el estado corporal de los animales. «En nuestro departamento de San Lorenzo se realiza con cierta dificultad por falta de estado corporal. Este problema trae aparejada pérdida de cabezas, falta de celo, menos terneros, dificultad en la logística para sanidad», sentenció.
fuente: Diario Norte