Cedió una defensa en el barrio San Pedro Pescador y el agua inundó viviendas
La crecida del río derrumbó una de las estructuras de tierra dispuestas para frenar el avance del agua. Son alrededor de veinte las familias evacuadas.
En la madrugada de ayer miércoles, el Paraná alcanzó su pico máximo (6,93 metros) y se espera que ahora se mantenga estacionario hasta marzo. En adición, las lluvias precipitadas aportaron a una situación más caótica para los habitantes de la ribera. En el barrio San Pedro Pescador alrededor de treinta familias son las más afectadas por el ingreso de agua en sus viviendas, veinte de ellas fueron evacuadas y las restantes decidieron permanecer en sus casas mientras reciben asistencia.
NORTE recorrió el barrio y comprobó la situación de los vecinos. El agua no solamente avanza desde las costas, sino que también se acumula hacia el interior del San Pedro por medio del riacho Antequera y las lluvias de la jornada, que formaron pronunciadas lagunas en los pasillos. «Con la lluvia se rompió un caño que va por debajo de la defensa y por eso se derrumbó. El agua me llega hasta la cintura en mi pieza», lamentó uno de los jóvenes consultados.
Si bien la solidaridad entre los propios vecinos es lo que destaca en el barrio San Pedro Pescador, también lo hace la colaboración de los bomberos voluntarios, que estuvieron presentes no solo en la jornada de ayer sino también en los días previos a que el agua ingrese a los hogares.
Sergio Phipps, intendente de Colonia Benítez (comuna de la cual depende el barrio) aseguró a este medio la disposición de todo el cuerpo municipal de bomberos para hacer frente a la emergencia hídrica en el lugar.
La crecida del río Paraná aportó al caudal del riacho Antequera, que también atraviesa el barrio generando piletones en distintos pasillos y sectores del lugar.
Las veinte familias evacuadas se distribuyeron entre la iglesia, la escuela primaria y las casas de familiares ubicados en la zona alta del barrio.
fuente: Diario Norte
