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Aníbal Fernández agita fantasmas a destiempo y le hace otro regalo a JxC

La advertencia electoral del ministro apagó por un momento la interna opositora. Ya los ayudó a ganar en 2015.

Analistas políticos suelen reparar en un detalle cuando se hace el repaso estadístico del kirchnerismo. Si bien la memoria rápida recuerda la truchada de Guillermo Moreno con la inflación y el renunciamiento histórico de Axel Kicillof, que directamente dejó de medir la pobreza, el primer manipulador de números sensibles para el modelo fue Aníbal Fernández.

Cuando asumió a fines de 2007 en el ministerio de Seguridad de la Nación, el mismo cargo que ocupa ahora, una de sus medidas bautismales fue restringir la información sobre delitos. Aníbal Fernández venía de otro hit, el año anterior, cuando como ministro de Interior había hablado de «sensación de inseguridad», en un país aún conmocionado por las salideras bancarias y los secuestros exprés.

En 2015, igual, el ex intendente de Quilmes se superaría cuando aseguraba, sin sonrojarse, que Argentina tenía menos pobres que Alemania (aún está en el archivo).

No se trata de una radiografía antojadiza del personaje que ahora advirtió que «las calles van a estar regadas de sangre y de muertos» si la oposición gana las elecciones, sino un dato de contexto imprescindible para el lector. A nivel estadístico, Aníbal Fernández es capaz decir cualquier cosa.

Lo que llama la atención es la falta de timming político para un funcionario que regresó al Gobierno (pos derrota PASO en el 2021) justamente para intentar marcar agenda en los medios. Con la seguridad ya había fracasado.

Gol en contra

Clarín describió este jueves temprano cómo el Gobierno se había puesto «en pausa», aliviado por la pelea del PRO. «Dejemos que se sigan matando», resumía un funcionario. «Es lo mejor que nos puede pasar», completaba, respecto a la desmesurada interna de Juntos por el Cambio, luego de que Horacio Rodríguez Larreta confirmar la fecha de las elecciones porteñas.

Tras los dichos de Aníbal F., la oposición se reagrupó en dos minutos y salió a pegarle en fila. El personaje convoca por sí solo: en 2015, su figura refractaria (más un peronismo dividido) permitió el triunfo de María Eugenia Vidal para la gobernación bonaerense.

Se presume que, con Macri en el placard, la intención del ministro fue crear un nuevo fantasma electoral. Difícil para una gestión con cifras entre regulares y malas. Aun cuando no todas incluyen sangre y muerte directa, el recuento asusta:

– 102,5% de inflación anual (actualizada hasta este jueves. El viernes vuelve a subir).

– 39,2% de pobreza en general y 54,2% entre los chicos hasta 14 años (también con tendencia al alza).

– 130.472 muertos por la pandemia de Covid: 14º en cantidad en un ranking con otros 230 países y estados y 29º si se toma el dato cada 100.000 habitantes.

De homicidios dolosos la cifra es baja a nivel regional, pero (cuándo no) está desactualizada: 4,6 cada 100.000 habitantes en 2021, un año además atípico por las restricciones de la cuarentena.

Dos casos particulares recientes, de fuerte impacto en la opinión pública, sugieren cuanto menos cautela verbal: el asesinato del colectivero en La Matanza y la muerte de una beba en la calle, a metros de Casa Rosada. Inseguridad y marginalidad. Ausencia del Estado a full. Situaciones de terror del presente, ningún fantasma del futuro.

fuente: Clarin

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