Paritarias permanentes: la UOCRA firmó un 20% para enero y discutirá mes a mes
En medio de la fuerte tensión con el gobierno libertario y a días del paro nacional dispuesto por la CGT contra el mega-decreto de Javier Milei, los principales gremios del sector privado avanzan en el proceso de negociación de sus respectivas paritarias en la búsqueda de convenir aumentos salariales que compensen la aceleración de la inflación, que trepó en diciembre al 25,5% para cerrar el 2023 con un acumulado de 211,4%.
En ese marco, el sindicato que agrupa a los trabajadores de la construcción (UOCRA) y que comanda Gerardo Martínez, uno de los primeros dirigentes que tomó contacto con Javier Milei antes de ser electo y que mantiene una posición dialoguista dentro de la conducción de la CGT, acordó con las cámaras empresarias de la actividad (Camarco y FAEC) un incremento salarial del 20% solo para enero, a cuenta de la suba de precios mensual y con un esquema de revisión permanente.
El entendimiento firmado por la UOCRA y que supone la indexación mensual de los salarios inauguró un modelo de «paritarias permanentes», según lo definieron puertas adentro de la central obrera, que funcionará como base para las discusiones que los principales gremios de la entidad iniciarán las próximas semanas en un intento por contener el deterioro del poder adquisitivo de los trabajadores en un contexto de gran incertidumbre respecto a la evolución de la inflación en los próximos meses. «La intención es negociar mes a mes para compensar la inflación e intentar tener cierta certidumbre», explicaron fuentes sindicales.
En el caso del acuerdo sellado en la construcción se estableció que el incremento de 20% se aplicará sobre los sueldos básicos vigente al 31 de diciembre y corresponderá solo como recomposición para el mes de enero. Y definió que ese porcentaje «tendrá carácter de piso mínimo transitorio inicial y a cuenta, de manera que la cuantía definitiva del aumento correspondiente al mes de enero de 2024 quedará sujeta a lo que finalmente pudiera determinarse de conformidad con la modalidad establecida en la presente», en referencia al parámetro de la inflación mensual y la evolución de los indicadores de la propia industria de la construcción.
Sobre ese mismo esquema se discute la definición paritaria en la industria del seguro, que inició conversaciones esta semana, y será también la referencia para actividades como Comercio, Sanidad, la industria metalúrgica y los gremios marítimos, entre otros, que negociarán en los próximos días.
En el caso del sector bancario, los salarios se ajustarán automáticamente y en forma retroactiva a diciembre en un 23,2% -tal como las partes habían convenido en su último entendimiento- para compensar la diferencia entre el incremento anual convenido en la paritaria 2023 de 188,2% y la inflación acumulada en el mismo período de 211,4%. Antes de fin de enero el sindicato que lidera Sergio Palazzo prevé arrancar las discusiones con las entidades financieras para definir el aumento salarial que regirá desde este mes.
Respecto a la negociación en seguros, el titular del gremio y también miembro del consejo directivo de la CGT, Jorge Sola, comunicó este lunes el comienzo de las discusiones formales por la recomposición salarial de los tres convenios que rigen la actividad y confirmó que impulsan también un modelo de actualización similar al firmado por la construcción. «Estamos solicitando un incremento que permita recuperar las diferencias de 2023 y, en base a ello, establecer nuevos esquemas salariales de cortísimo plazo», indicó el gremialista.
El modelo que alientan los grandes gremios de la CGT es consecuente con «un escenario aun más incierto que el que enfrentaban las negociaciones salariales hace algunas semanas», analizó ante la consulta de Clarín el especialista Luis Campos, coordinador del Observatorio de Derecho Social de la CTA. Y explicó: «La aceleración de la inflación provocó que el salario de convenio en casi todas las actividades registrara caídas en términos reales en 2023, en la mayoría de los casos en torno al 10% anual y concentrado en el último mes del año». Además, destacó que el acortamiento de los plazos de negociación concentró entre enero y febrero las revisiones de los acuerdos ya firmados, a lo que debe sumarse la apertura de la ronda salarial de este año.
«Cláusulas gatillo, paritarias mensuales que establecen aumentos provisorios a revisar en pocas semanas, acuerdos bimestrales como horizonte de largo plazo, todas modalidades típicas de una dinámica en la que las paritarias buscan defender el nivel del salario real frente a un futuro cercano que todavía está lejos de ofrecer señales de regularidad a las cuales ajustarse», enumeró Campos, que también alertó sobre un escenario de creciente conflictividad social en el contexto de «ausencia de una política de ingresos clara por parte del Gobierno Nacional, tanto de cara al mercado formal de fuerza de trabajo como ante aquellos trabajadores y trabajadoras que no cuentan con mecanismos de determinación nominal de sus ingresos».
fuente: Clarin