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Anarquismo Siglo XXI

por Nallip Salomón – Han pasado varios días de la sorpresa electoral de Milei. En un primer momento, todos quedamos aturdidos, y desorientados.

Y en el Peronismo, los aturdidos fueron los que no se cansan de cometer errores y ningunear compañeros, y también nosotros.

Como dijera el General respecto del método a emplear, en “Conducción Política” (que sugiero volver a leer), respecto de la solución de problemas “a través de la operación de cualquier inteligencia, que va desde la percepción al análisis, del análisis a la síntesis, de la síntesis a una resolución y de la resolución a la ejecución”

“La unidad de doctrina hace que cada hombre vea los problemas, los comprenda y los aprecie de una misma manera. Y de una misma manera de percibir y de apreciar resulta una misma manera de proceder. Eso lleva a la unidad de acción”

Antes de comenzar, creo que es bueno ubicar filosófica e ideológicamente a los protagonistas en esta historia.

En nuestra querida República existen la izquierda, el centro y la derecha, que se ubican en un plano estrictamente materialista.

La Izquierda dice “Igualdad en la distribución de bienes materiales”, y falla debido al método que utiliza: La lucha de clases. Es decir que saca a una clase para darle a otra. Por eso fracasa.

La derecha dice “Libertad en la adquisición de bienes materiales” y su método es el lucro. En la realidad sucede que el que más tiene, más libertad y oportunidades tiene, y el que menos tiene está condenado a no tener oportunidades, o peor aún, a ser explotado.

Pero también existe una filosofía de quienes nos identificamos con la “Tercera Posición”, que buscamos una armonía entre bienes materiales y espirituales. Por eso estamos por encima de las ideologías puramente materialistas de la izquierda, el centro o la derecha.

Nuestro método es el trabajo, y para construir la Comunidad Organizada es el Respeto a los Principios y Valores Humanistas y Cristianos.

El problema que plantea nuestro método, es que si se aplica bien resulta en la felicidad del Pueblo, y la Grandeza de la Patria.

Y esto afecta los intereses de las ideologías materialistas.

Pero en estos últimos años ha surgido nuevamente (estuvo entre 1890 y 1930 aproximadamente) una ideología carente de principios, que se ubica por debajo de las ideologías materialistas.

El Anarquismo.

Hoy Milei personaliza esa ideología.

Converso con compañeros y compañeras y tienen un discurso contra Milei, pero apuntan los cañones a la derecha.

Compañeros. Cuando la bala de cañón llegue, Milei no va a estar allí, porque está por debajo, en el plano del Anarquismo, y después nos vamos a encontrar analizando el por qué del fracaso de nuestra estrategia.

Milei interpretó un sentir popular, eso es indudable. Por eso los resultados en estas PASO.

A los que somos medianamente racionales nos da pavor su programa de gobierno, porque plantea sistemáticamente, no sólo la destrucción del Estado, sino también la del tejido social.

Pero la única verdad es la realidad.

Ni nosotros, ni Juntos por el Cambio supimos interpretar el sentir del Pueblo, ni siquiera supimos informar un programa de gobierno (lo hayamos tenido o no).

Y tanto nosotros, como Juntos por el Cambio, nos olvidamos que Primero está la Patria, después el Movimiento, y por último los hombres.

Y desde Buenos Aires, siguen incurriendo en el error de creer que la próxima elección se gana con “acuerdos” de cúpulas.

La próxima elección la va a ganar quien interprete el sentir y el interés del Pueblo.

Percibo la falta de unidad de concepción en Juntos por el Cambio, con Larreta (con el apoyo de la mayoría de los radicales) esperando la llamada de Massa para ofrecerles participar “de órganos de control”.

Burllich (a quien los radicales no la quieren, y el PRO le soltó la mano), tiene como único valor al hecho que su propuesta es clara, pero no es coherente con su historia de Montonera de izquierda antes, con la de dirigente de derecha (casi Fascista) de ahora.

Macri (con apoyo del PRO) abriendo la puerta a Milei, y soltándole la mano a Burllich.

Massa entrampado entre Cristina, La Cámpora (cuyo plan “A” es pedirle más de lo que ahora tienen, y su plan “B” es quedarse en el bunker de la provincia de Buenos Aires), y su propia visión de las soluciones, que son incompatibles con el interés de manejar cajas de La Cámpora y otros sectores de izquierda (y derecha) enquistados en el gobierno.

Milei, desde su anarquismo insiste con sus teorías, pero no me extrañaría que sus colaboradores, en especial su hermana, comiencen a aplicarle una mano de barniz a las propuestas para hacerlas “más razonables” y “digeribles” por la parte de la sociedad que aún no lo votó.

Cuando inicié este escrito, mencioné a los protagonistas de este hecho político.

Llega el momento de hablar del más importante de los protagonistas. Y el más olvidado.

EL PUEBLO.

Solamente Milei, y Burllich en menor medida, se dirigieron al pueblo, por eso no es raro que el primero haya sacado más votos individualmente, y la segunda haya ganado en su interna.

Milei tuvo la capacidad de interpretar un sentir popular, cosa que nosotros parecemos haber perdido hace rato.

Ahora la pregunta es: ¿es sincero?, ¿es capaz de hacer lo que promete? ¿tiene experiencia en gobernar, o va a aprender por nuestro cuero?

Dice que va a privatizar hasta Atucha. Sabemos lo que pasó en anteriores privatizaciones (y estatizaciones). Cuando se mueve mucha plata, pasa como en la construcción de autopistas. Son de doble carril, pero cada 500 metros hay un “retorno”.

Me queda claro que el Pueblo dio un mensaje anunciando un fin de ciclo que es irreversible.

Y el mensaje pega por igual al Kirchnerismo hoy en el poder, al Radicalismo del contubernio, y al PRO del “círculo rojo”.

Dejo fuera de los receptores de los “palos” que pegó el Pueblo a los verdaderos peronistas, a los radicales de bien, aunque (en mi opinión) no somos inocentes del todo. Como mínimo, pecamos por omisión.

El fin de ciclo es un hecho, la pregunta es: quién es el más capacitado para llevar a nuestra Patria a esta nueva etapa que se acerca.

Milei tiene un importante apoyo popular, pero le va a tocar gobernar sin mayorías parlamentarias. Es poco probable que, aunque gane, pueda hacer todo lo que propone.

Burrlich tendría menos apoyo parlamentario que Milei (porque, aunque tenga diputados y senadores, no responden a ella).

Massa no tiene nada. Y esa es su principal ventaja. En nuestro Movimiento tenemos un apotegma que dice: “La conducción no se declama, se detenta”. Y normalmente al que conduce bien se le hace caso y se lo apoya.

Si desde el primer día de gobierno, Massa conduce detentando el poder, es la única de las opciones a elegir que tiene posibilidades de organizar nuestra Comunidad.

Aunque eso signifique limpiar de las oficinas a La Cámpora y a varios más.

Basado en la historia de Kirchner y Duhalde, tengo esperanza que esto último sea lo que suceda.

Mi voto es para Massa.

Nallip A. Salomón

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