El Gobierno consigue u$s5.000 millones más para el comercio con China
El swap de monedas se extenderá por otros 3 años. Se suman u$s5.000 millones más que podrán ser usados para pagar las importaciones desde China.
Aconsejado por el embajador Sabino Vaca Narvaja, antes de viajar a China, Sergio Massa le pidió a su amigo Chiqui Tapia unas 30 camisetas de la Selección con el nombre estampado de los funcionarios con los que vino a negociar. Así le ofrendó al poderoso presidente del Banco Popular de China, Yi Gang, una con su nombre y el mítico número 10, que corresponde a Leo Messi.
Y ese regalo parece haber sido la llave para destrabar acuerdos y sobre todo lo que vino a buscar el ministro de Economía: la renovación del swap con China.
Miguel Pesce y Massa se llevan a Argentina el anticipo de esa renovación del intercambio de monedas con China, que sumará, en total, el equivalente a u$s19.000 millones.
El swap vencía en agosto y la renovación se firmó este viernes. Era una medida que el Gobierno necesitaba en forma desesperada para poder ampliar las reservas brutas del Banco Central.
Según afirmaron los funcionarios de la delegación, la Argentina tendrá la posibilidad de utilizar u$s10.000 millones de ese monto total «para poder intervenir en el mercado de cambios y evitar sobresaltos bruscos en el dólar». Sin embargo, esa posibilidad no está mencionada en el comunicado oficial del BCRA, en donde sólo se afirma que esos fondos podrán utilizarse para pagar las importaciones desde China y no tener que usar dólares para esas compras. El BCRA ya está usando ese mecanismo desde hace varios meses.
A la sede del Banco Popular de China fueron Massa, Pesce, presidente del Banco Central, y Marco Lavagna en su doble rol de titular del Indec y secretario de Asuntos Financieros Internacionales. Allí, según afirmaron los funcionarios argentinos, los funcionarios chinos les hicieron saber que para el uso de yuanes de libre disponibilidad primero tienen que agotar los u$s5.000 millones que tiene el Banco Central y luego recurrir a los otros u$s5.000 millones,
Estos movimientos del ministro de Economía esconden una ´única estrategia, evitar un salto devaluatorio que en su visión se traslada a los precios en momentos de alta inflación.
Pesce conoce bien a los técnicos de la máxima autoridad monetaria china, ya que en 2020 le tocó renegociar el swap que acaba de ser renovado. Junto con Massa también les regalaron entradas para el partido de la selección en un amistoso contra Australia que se juega el próximo 15 en el estadio de los Trabajadores, en pleno centro de Beijing,
El jefe de la AFA le acercó a Massa unas 40 entradas que el ministro fue distribuyendo en sus encuentros y que los chinos valoran porque están agotadísimas, pese a que tienen un precio que arranca en u$s1.500. Ellos, como todos, quieren ver a Messi en la cancha.
En medio de ese intercambio de regalos que sucedió a la firma del acuerdo, los chinos aclararon que, como pasa desde que se firmó el primer swap, si se llega a caer el acuerdo con el FMI, se cae también este intercambio de monedas. «Somos miembros del FMI», indicaron los chinos.
A las 9 de Buenos Aires, las 20 en Beijing, trascendió que Massa mantenía una reunión por zoom con su equipo de negociaciones ante el Fondo, encabezado por Leandro Madcur. Ya habían pasado unas horas desde que se habían difundido las declaraciones de respaldo hacia la Argentina de Juan González, el responsable de Washington para América latina.
Varios miembros de la comitiva aseguraban que el ministro viajaría el próximo 12 a Washington aunque no arriesgaban si se volverá con el pretendido anticipo de u$s10.000 millones. Eso sí, hay indicios de que también llevaría camisetas. Otro dato: esa semana se conocerá la inflación de mayo.
En cuanto al uso de los yuanes, la intención es que sirvan para pagar las importaciones a proveedores chinos que al ser pagadas en yuanes no obligan al BCRA a usar dólares de las reservas. No es un dato menor, ya que el déficit comercial con China llegó a u$s9.500 millones en 2022. En este camino, el BCRA abre cuentas en yuanes y crea un mercado de futuros con la moneda china. Por supuesto, ese alivio es momentáneo, porque la Argentina tendrá que reponer esos yuanes, y para comprarlos harán falta dólares.
En cuanto al uso como mecanismo de intervención en el mercado de cambios, que figuraría en el contrato, según se explicitó en Beijing, llamó la atención que no se mencionara en el comunicado del BCRA.
Cuando se consultó a la comitiva si este convenio significa que Argentina puede llegar a prescindir del anticipo que se está negociando con el FMI, la respuesta fue contundente: “El swap de China está atado al acuerdo con el FMI, de ninguna manera se puede dejar de lado esa negociación“, dijeron en la delegación argentina.
El swap comprende el intercambio de monedas como refuerzo de reservas internacionales. Y su monto se fija en función de PBI del país, entre otros ítems. La utilización es básicamente en el comercio exterior.
Según indicaron desde Economía, hasta ahora se usaron u$s1.400 millones en yuanes para importar, pero eran yuanes que estaban en las reservas del Banco Central, por fuera del swap.
Por un acuerdo de confidencialidad se desconocen las tasas de interés que se aplican en estos préstamos. Antes de que EE.UU. las elevara eran más caras que los préstamos de los organismos multilaterales, Ahora serían hasta un 25% más baratas.
El primer acuerdo entre ambos bancos centrales fue establecido en 2009, cuando el presidente del Banco Central en la Argentina era Martín Redrado. En 2014 fue firmado un segundo acuerdo, que fue renovado en 2017 y complementado a fines de 2018 con un acuerdo suplementario.
En 2020 Miguel Pesce renovó por tres años ese intercambio que ahora vuelve a extenderse hasta 2026. Massa comentó brevemente al grupo de periodistas que cubre esta gira: «Estamos cerrando acuerdos que trascienden al Gobierno».
El intercambio con yuanes que se vencía en agosto y que ahora se obtuvo una renovación anticipada fue el principal motivo de la gira de Massa a China.
fuente: Clarin