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Desesperante: «Hay lugares en los que perforábamos y había agua, pero ahora no hay nada»

Se trabaja a destajo en el acarreo y buscando napas para sacar el líquido y trasladarlo a los lugares más afectados de la provincia.

La bajante histórica de los ríos de los que se abastecen las plantas y acueductos que trasladan el agua de red más las escasas precipitaciones en los últimos años como consecuencia del fenómeno de La Niña generan complicaciones para el acceso al líquido vital, fundamentalmente en aquellos puntos alejados de centros urbanos.

La Administración Provincial del Agua (APA) en conjunto con otros organismos del Ejecutivo y también con municipios extrema esfuerzos en la última semana para el acarreo del agua y así mitigar el impacto de las consecuencias negativas desde lo social y productivo.

«Estamos asistiendo a todos los sectores donde no hay acueductos o donde las poblaciones están muy dispersas como El Impenetrable, se trabaja en el abastecimiento tanto con vehículos de la APA como los que aportan los municipios», sostuvo el presidente del Directorio de ese ente, Daniel Pegoraro.

El funcionario señaló que en la diaria tarea se enfrentan dificultades ante una demanda creciente que se da en un contexto en el que la naturaleza no da signos favorables para el corto y mediano plazos.

«La provincia está con un régimen de lluvias muy deficitario en estos últimos tres años y medio el efecto de La Niña todavía está instalado y cuando dé paso a El Niño no será automáticamente, por lo que de acá hasta lo que se espera es que las precipitaciones estén por debajo de lo normal», agregó.

PERFORACIONES

Junto con el traslado del líquido se realizan acciones paralelas como la ejecución de reservorios principalmente en El Impenetrable como también la construcción de cisternas con techos para, cuando lleguen las demoradas lluvias, poder acopiar el líquido. Además, se suman las tradicionales perforaciones pero en algunos casos como consecuencia de la excepcionalidad que se transita hace tiempo los resultados no son los deseados.

«Lamentablemente, en lugares donde solíamos encontrar agua hoy no se está dando esa misma situación, las napas también padecen el prolongado período de déficit de lluvias», explicó. Pegoraro subrayó que la complejidad no es una situación exclusiva de la provincia sino que por la bajante de los ríos que pasan por el NEA y el NOA son varios los distritos afectados.

«El Paraná está en menos de un metro y la tendencia es que baje un poco más, en 2020 tuvimos 80 centímetros como valor mínimo que era una medida histórica en 50 años y en el 2021 llegamos a tener la marca baja en 77 años», recordó.

En lo que hace a las tareas de asistencia a productores ganaderos o de granos, comentó que en la reunión ampliada que tuvo lugar ayer en Casa de Gobierno y de la que participaron autoridades y técnicos de varias áreas, se acordó intensificar la tarea con el Ministerio de Producción de manera tal de atender todas las demandas.

«La sequía nos está pegando muy duro, si están dadas las condiciones se hace la extensión de red para algún sector que lo requiera, hay esfuerzos conjuntos con el Ministerio de Ambiente pero transitamos meses complejos», aclaró. En esa línea, desde el Gobierno se dispuso declarar la emergencia hídrica y productiva, medida que posibilita mayor agilidad en el plano administrativo para las respuestas institucionales que se demandan desde varios sectores por la falta de agua.

fuente: Diario Norte

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