En la OEA, el Gobierno se sumará este viernes a una dura resolución contra Rusia por su invasión a Ucrania
El canciller Santiago Cafiero y el secretario general y de relaciones internacionales de la Ciudad, Fernando Straface. A principios de mes mantuvieron una reunión para posibilitar la llegada de refugiados ucranianos al país.
El Gobierno se sumará este viernes a un duro llamado de la Organización de Estados Americanos (OEA) a la Federación Rusa para que “retire inmediatamente todas sus fuerzas” y equipos militares de Ucrania y “regrese a un camino de diálogo y diplomacia”.
La votación será esta tarde en Washington. Fue promovida por Antigua y Barbuda, con el co patrocinio de las delegaciones de Bahamas, Colombia, Grenada, Guyana, Haití, Jamaica, Perú, Trinidad y Tobago, Estados Unidos y Uruguay.
Se desconoce a esta hora quién presentará la posición argentina, ya que a esta hora se desconoce si lo hará o no el representante argentino ante la OEA, el militante ultra K Carlos Raimundi, que se niega a condenar allí a Venezuela y Nicaragua, por ejemplo.
Raimundi se ausentó reiteradamente en las ultimas votaciones en las que Argentina mostró una voz más dura, y en sintonía con Estados Unidos, en lo que hace a determinadas posiciones sobre los abusos a los derechos humanos en Nicaragua. Y es reacio a reclamar contra Rusia. El costo de sostener alianza kirchnerista con Vladimir Putin era muy alto. Y tras el 24 de febrero, cuando las tropas entraron a Ucrania hubo un cambio de posición.
La votación se producirá en medio de todo tipo de rumores sobre las posiciones pro rusas que refleja el vicecanciller Pablo Tettamanti, ex embajador en Moscú, Eduardo Zuaín. Esos trascendidos se acrecentaron este viernes por un articulo en Infobae que afirmaba que Tettamanti intentó frenar en el seno de la ONU para edulcorar la posición más dura ante los rusos que finalmente tuvo la Argentina en ese organismo.
A decir verdad, desde el giro que tuvo el gobierno en la posición de condenar los ataque rusos al territorio ucraniano, se produjo en el marco de un giro en la retórica internacional de Alberto Fernández y su canciller Santiago Cafiero, que sin embargo aclaró que el Gobierno no se a pronunciar en favor de sanciones a Moscú.
Por un lado, Cafiero puso al frente de la Subsecretaria de Asuntos Latinoamericanos Gustavo Martínez Pandiani, diplomático de carrera, del seno del massismo y con una fuerte visión pro occidental. Por otro lado, desde hace semanas, Tettamanti en realidad ha quedado bajo las órdenes de la jefa de Gabinete de Cafiero, Luciana Tito. Tettamanti y Raimundi fueron corridos del centro desde que llegó Cafiero
Los rumores sobre su intento de alivianar un reclamo más dura a Rusia llegan en la fuerte interna del vicecanciller con Marilita Squeff, la embajadora ante la ONU, que lo quiere suceder en el cargo. Tettamanti está cerca de la jubilación y Squeff quiere reemplazarlo. Pero ambos tienen una visión ultra K en la política exterior del albertismo.
Otra pelea similar se lleva en el terreno de las embajadas. Por ejemplo, el amigo de Cristina Kirchner, Carlos Bettini, es considerado hoy el embajador en las sombras en España. La parálisis en dicha sede diplomática de la gestión de Ricardo Alfonsín y su pelea con quien era el Representante Comercial, Federico Polack, y generó una convocatoria a Bettini, amigo muy cercano de Cristina Kirchner. De hecho fue su embajador en Madrid durante nueve años, desde 2004 a 2015.