La lira turca se desploma un 13 por ciento y toca un nuevo mínimo histórico tras la defensa de Erdogan a la bajada de tasas
La moneda turca, la lira, ha sufrido este martes uno de sus peores desplomes de la historia al perder un 13 % de su valor frente al euro en apenas unas horas, acentuando la ya fuerte bajada que se produjo este lunes aparentemente en reacción a unas declaraciones del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan.
A la mitad de la jornada en los mercados turcos a las 13.00 GMT la lira cotizaba a 12,85 unidades por euro y 11,4 por dólar, los mínimos históricos en los que había quedado al cierre de los mercados ayer, mientras Erdogan reiteraba su férrea defensa de las bajadas de los tipos de interés.
Tres horas después, la moneda turca se cambiaba a 14,7 unidades por euro y 13,2 por dólar, con una pérdida que alcanzó el 13 %.
La moneda turca ha perdido ya un 35 % de su valor en lo que va de año, con una bajada muy pronunciada desde mediados de octubre, que se ha acelerado en los últimos ocho días. Solo desde el lunes de la semana pasada acumula una depreciación del 17 % frente al euro y el dólar.
“Los riesgos se inclinan hacia una mayor depreciación”, dijo Guillaume Tresca, estratega de mercados emergentes en Generali Insurance Asset Management, añadiendo que espera que la agitación de Turquía tenga un impacto limitado en otros países y activos de los mercados emergentes.
“Si hay algún contagio, el canal podría ser a través de ajustes de cartera. Sería temporal y limitado”, dijo. “Todavía no vemos valor en los activos turcos. La principal diferencia con respecto a anteriores episodios de tensión en los mercados es la limitada reacción de las autoridades. Hay una clara voluntad de una divisa más débil”, añadió en una nota.
Bajo la presión de Erdogan, el banco central turco recortó el jueves pasado su tipo de interés oficial en 100 puntos básicos, hasta el 15%, muy por debajo del nivel de inflación de la economía turca de casi el 20%, dando señales de una mayor relajación en el futuro.
Desde septiembre el banco central ha recortado las tasas en un total de 400 puntos, en lo que los analistas han calificado como un peligroso error de política monetaria, dados unos rendimientos reales profundamente negativos, y dado que prácticamente todos los demás bancos centrales del mundo han comenzado, o se están preparando, para aumentarlas.
Varios analistas señalaron que pronto se necesitarán subidas de emergencia de tipos, mientras que las especulaciones sobre una revisión del Gobierno turco que afecte al ministro de Finanzas, Lutfi Elvan, también han pesado en los mercados.
Erdogan defendió esta política monetaria en una conferencia de prensa celebrada a última hora del lunes, diciendo que su endurecimiento no reduciría la inflación.
“Rechazo unas políticas monetarias que contraerían nuestro país, lo debilitarían y condenarían a nuestro pueblo al desempleo, al hambre y a la pobreza”, dijo Erdogan tras una reunión de su gabinete, provocando una caída de la lira a última hora del día.
El encarecimiento del coste de vida es obvio en las tiendas de Turquía, donde algunos comerciantes aseguran que deben cambiar las etiquetas de precio “a diario”, porque también el coste de los productos locales depende del mercado de divisas, dado que el país importa numerosas materias primas, además de carburante y energía.
La inflación anual ha alcanzado el 20 por ciento, cuadruplicando la meta del gobierno.
Una barra de pan blanco fresco cuesta 2.5 liras hoy en comparación con dos liras hace un mes. Un kilo de carne picada equivale a unas 90 liras, frente a las 70 liras de octubre. Cinco kilos de aceite han pasado de 80 a 100 liras.
El salario mínimo neto es de 2.825 liras, mientras que el desempleo es de dos dígitos.
Erdogan ha culpado a las grandes cadenas de supermercados por incrementos incontrolables de precios.
“Erdogan está dirigiendo el programa”, dijo Fawad Razaqzada, analista de ThinkMarkets.
“Si quiere tasas de interés más bajas, obtendrá tasas más bajas, sin importar qué tan alta sea la inflación o cómo le vaya a la economía”, dijo Razaqzada. “Desafortunadamente, es muy difícil ver la luz al final del túnel para la lira turca”.
(Con información de AFP, Reuters y EFE)