Córdoba: el candidato de Juan Schiaretti le ganó a Luis Juez por sólo tres puntos
El peronista Martín Llaryora se impuso por una diferencia mínima en el conteo provisorio, con el 94,9% escrutado. El candidato de JxC pidió esperar los datos definitivos.
En el búnker de Hacemos Córdoba, la fuerza que gobierna hace 24 años la provincia y que este domingo lograba otro triunfo -el séptimo encadenado- la noche arrancó con escalofríos. Los primeros resultados del escrutinio que empezaron a verse por las pantallas gigantes indicaban que la oposición picaba en punta en el inicio del conteo. Parecía que se avecinaba una catástrofe. Pero a medida que el escrutinio avanzaba, el resultado empezó a favorecer al peronista Martín Llaryora.
Tras una intensa campaña electoral y una dura pelea política contra Juntos con el Cambio, el gobernante Hacemos Unidos -que lidera el actual gobernador, Juan Schiaretti- se adjudicó en la madrugada de este lunes el triunfo, aunque por una diferencia mínima y si que se hubieran cargado la totalidad de datos del escrutinio.
Luis Juez, el candidato a gobernador de Juntos por el Cambio, no reconoció haber perdido. «Cuando termina el partido, termina el partido. Y el partido no terminó», dijo en referencia a que aún faltaban cargarse miles de votos. Adelantó, además, que esperará al escrutinio definitivo.
El provisorio, que avanzaba lento esta madrugada, le adjudicaba 42,76% de los votos a Llaryora, contra 39,76% de Juez, con el 94,90% de las mesas procesadas. Es una diferencia de casi 58.000 votos.
En probablemente la provincia más anti K del país, al kirchnerismo le fue aún peor de lo que se esperaba: la fórmula integrada por Federico Alessandri y Gabriela Estévez, que se presentó bajo el sello Creo en Córdoba, sacaba el 2,16% de los votos y quedaba sexta, detrás del Frente de Izquierda..
La participación fue de alrededor del 68% del padrón. Juntos por el Cambio se quedaba en la madrugada de este lunes con el control de la Legislatura, que se renueva entera. También con el manejo del Tribunal de Cuentas.
El intendente de la Ciudad de Córdoba sacó ventaja de Luis Juez, el candidato de Juntos por el Cambio. Su historia y trayectoria.
Hubo demoras en la carga de algunos datos, que se atribuyeron a problemas en el escaneo de las planillas. En el búnker de Juntos por el Cambio algunos intentaron sembrar alguna sospecha.
Los datos del escrutinio se empezaron a cargar poco después de las 19 gracias a que en Córdoba se vota con boleta única de papel. En algunos distritos, incluso, se votó con boleta electrónica.
La boleta única de papel es un sistema, que con un buen esquema de fiscalización, no permite hacer trampa. Salvo en la carga de las planillas, pero al menos Hacemos Córdoba y Juntos por el Cambio contaban con una tropa de fiscales más que suficiente.
Detalle: el jueves, antes de que arrancara el acto de cierre de campaña de Llaryora, una parte importante de los concurrentes recibió una clase de fiscalización. Al oficialismo no se le escapó nada.
El búnker oficialista, ubicado en el centro de convenciones del hotel Quórum, cerca del aeropuerto de la capital Córdoba, lucía impecable, enorme, moderno.
Quizá le faltaba algo de impronta peronista, de más militancia y menos funcionarios, teniendo en cuenta que el PJ es la fuerza mayoritaria dentro de Hacemos Unidos. Sólo se veían banderas argentinas y otras con la marca del sello electoral.
Se adjudicó triunfo
Allí, en la madrugada de este lunes, Llaryora se adjudicó la victoria, aunque sin decirlo con todas las letras. «A partir de diciembre vamos a trabajar para todos los cordobeses, para los que nos votaron y lo que no nos votaron», dijo dando por sentado que ese mes arrancará su mandato.
También aseguró que la tendencia era «irreversible» a favor del oficialismo y que éste terminaría imponiéndose por 3 puntos de diferencia.
Patricia Bullrich viajó a Córdoba para acompañar a Juez y luego se mostró con él en el búnker de JxC. Quiso dejar en claro que estaba en el territorio cordobés, clave para Juntos, más allá del resultado electoral. Es más: viajó mientras el comicio aún se desarrollaba.
Se esperaba que el eventual triunfo de Llaryora le serviría al actual gobernador Juan Schiaretti -es además el jefe de la coalición oficialista- como trampolín para su candidatura a presidente. Pero el resultado abre ahora algunas incógnitas.
La candidatura del cordobés incomoda a Juntos por el Cambio a nivel nacional porque podría restarle votos, según admiten en la propia coalición opositora.
Llaryora, actual intendente de la capital cordobesa, había picado en punta en el arranque de la campaña y se mantuvo siempre ahí, según las encuestas.
El beneficio de un fracaso
Pero hace unas semanas hubo una novedad que le permitió descontar la ventaja a Luis Juez; fue cuando Schiaretti y Horacio Rodríguez Larreta buscaron un acuerdo electoral, que finalmente fracasó debido a la resistencia que encontró dentro de Juntos por el Cambio.
La negociación de ese acuerdo, en el que quedaba como víctima, lo terminó favoreciendo, aunque quizá no lo suficiente.
Una de las claves de la elección fue la performance de Llaryora en Córdoba, ciudad de la que es intendente. En esta capital conseguía una diferencia de más de 7 puntos.
En la capital se concentra casi el 40% del electorado provincial. Si se le agrega el Gran Córdoba, se llega al 60%, aunque no vota todo de la misma manera.
Antiguo reducto radical -y también de Juez, donde fue intendente entre 2003 y 2007-, la ciudad parece haberse convertido en el nuevo bastión del partido de Juan Schiaretti a fuerza de obras y transformaciones. Y a Juez esta vez le fue bien en el interior de la provincia. Se invirtieron los papeles.
La capital luce moderna, con mucha señalización vial, ciclovías, sus taxis color amarillo al estilo Nueva York, los postes de iluminación con macetas en altura con geranios florecidos y los trolebuses con sus motores casi silenciosos.
fuente: Clarin