Ex-funcionarios de Capitanich se atrincheran en el Estado
Algunos fueron previsores y se hicieron designar con suficiente antelación como para que removerlos no sea viable.
Mientras releva la situación de las cuentas públicas, el nuevo gobierno provincial se dedica también a explorar los voluminosos movimientos de personal que la administración de Jorge Capitanich realizó en los últimos meses, y particularmente en los meses posteriores a las elecciones primarias de junio, cuando el Frente Chaqueño -derrotado por Juntos por el Cambio en las PASO de ese mes- comenzó a asumir la posibilidad de tener que retirarse del poder en diciembre.
Como se informa en página 3, ayer la gestión de Leandro Zdero confirmó oficialmente que comenzó a mover la lupa sobre decretos y resoluciones que determinaron nombramientos, ascensos, promociones y traslados de cientos de personas en el Estado provincial, comprometiendo aún más las cuentas públicas en un contexto de alta vulnerabilidad.
Si bien el grueso de esas medidas benefició a personal de variada trayectoria en la administración (algunos empleados con muchos años en el Estado, otros de ingreso más reciente), lo que llamó la atención en las primeras revisiones es que la lista incluye a funcionarios, algunos de alto rango; dirigentes peronistas de primera, segunda y tercera líneas; periodistas militantes; punteros y amigos y familiares del poder.
¿Se judicializa?
En ese mar de decisiones tomadas sobre la plantilla de personal, la intención del equipo al que Zdero asignó la tarea de «peinar» los decretos y resoluciones de los últimos tres meses es ir de mayor a menor. Es decir, avanzar primero en la posibilidad de anular los instrumentos que se dictaron en beneficio de funcionarios políticos que deberían haberse ido con el recambio gubernamental, pero que sin embargo buscaron acomodarse en la planta permanente del Estado. Nada tontos, optaron por hacerlo en empresas y organismos que tienen los mejores salarios de la provincia, como Lotería Chaqueña, Administración Tributaria Provincial y otros.
El asunto tiene todas las posibilidades de judicializarse, ya sea por iniciativa del propio Poder Ejecutivo, como por la acción de quienes podrían recurrir a los tribunales para aferrarse a los cargos y puestos obtenidos antes de la retirada peronista del poder. En algunos casos se duda de que los nombramientos se puedan neutralizar, porque hay exfuncionarios que tuvieron la previsión de hacerse nombre como empleados públicos estables desde hace bastante tiempo, en distintos momentos de la era justicialista que comenzó en diciembre de 2007 y concluyó el fin de semana pasado.
Los nombres se irían conociendo en un tiempo más, junto con un detalle de los movimientos generales, que fueron vastos. Pese a ello, y paradójicamente, muchos colaboradores de los funcionarios que cesaron en sus funciones quedaron «colgados», con contratos precarios que no serían renovados. Es que sus exjefes privilegiaron salvarse a sí mismos, y a familiares directos y amigos, antes que preservar a quienes los asistían a diario.
Decretos a toda velocidad en las horas finales
Una de las medidas que revisa el nuevo gobierno provincial es la que está contenida en el decreto 3651, firmado el jueves 7 de diciembre, es decir, a apenas dos días de que Jorge Capitanich y su gabinete tuvieran que retirarse de la Casa de Gobierno. En ese instrumento, firmado por el gobernador saliente y sus ministros, se asignaron nada menos que 536 jefaturas de departamento en distintas dependencias de la administración central y organismos.
Claramente, las horas finales de la gestión peronista fueron intensas, porque el viernes, un día antes del traspaso de mando, Capitanich dictó el decreto 3679, por el que creó cargos en Lotería Chaqueña, para cubrirlos con varios exfuncionarios. La empresa provincial de juegos fue un destino muy codiciado por funcionarios y militantes en retirada porque es uno de los organismos públicos que posee más elevadas remuneraciones.
fuente: Diario Norte