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Violencia en Francia: 180 detenidos tras nuevos disturbios por la muerte de un joven

Decenas de vehículos fueron incendiados y 170 agentes fueron heridos durante la última jornada; comenzó una nueva manifestación, encabezada por la madre de la víctima, en Nanterre.

Los disturbios nocturnos por la muerte de un joven baleado por la policía se extendieron en la madrugada del jueves en Francia, donde 180 personas fueron detenidas y 170 agentes fueron heridos, una “violencia” que el presidente francés calificó de “injustificable”. Mientras tanto, esta tarde (hora local) comenzó una nueva manifestación, convocada por la madre de la víctima.

“Las últimas horas han estado marcadas por escenas de violencia contra una comisaría, pero también contra escuelas, ayuntamientos y, por tanto, contra las instituciones (…) Son injustificables”, dijo Emmanuel Macron al inicio de una reunión de crisis.

El martes, un policía mató de un disparo a Nahel, un joven de 17 años, cuando éste se negó a obedecer las órdenes de dos agentes durante un control de tránsito en Nanterre, al oeste de París conocida por su barrio de negocios de La Défense.

Su madre, Mounia, convocó una nueva manifestación que comenzó a las 14 (9 en la Argentina) ante la prefectura de Nanterre, cerca de Nahel donde perdió la vida. “Es una revuelta por mi hijo”, afirmó ayer.

Mounia encabeza la manifestación con una remera blanca que dice “Justicia para Nahel”, acompañado por la fecha de su muerte. Otros manifestantes gritaron ese mismo lema mientras sostenían carteles que decían “la policía mata”.

Según la cadena CNN, también hubo disturbios en esta protesta, denominada la “marcha blanca”. La policía usó gases lacrimógenos y balas de goma contra los manifestantes que les arrojaron proyectiles.

La fiscalía indicó este jueves que “las condiciones legales” para el uso del arma “no se daban” y pidió prisión preventiva por homicidio voluntario para el policía de 38 años sospechoso de haber disparado, que debe comparecer ante dos jueces de instrucción.

Mientras tanto, el fiscal de Nanterre, Pascal Prache, precisó este jueves en una conferencia de prensa que Nahel murió después de que una bala le atravesó el brazo y el pecho.

“Los agentes de policía afirman haber gritado al conductor que se detuviera, colocándose en el lado izquierdo del vehículo”, dijo. “Uno en la puerta del conductor, el otro cerca del guardabarros delantero izquierdo. Según sus declaraciones, ambos sacaron sus armas y las apuntaron al conductor para disuadirlo de volver a arrancar, pidiéndole que cortara el contacto, continuó.

“Cuando el vehículo arrancó de nuevo. El policía que estaba cerca del guardabarros disparó una vez contra el conductor. El vehículo continuó su viaje antes de estrellarse en la plaza Nelson Mandela a las 8.19 a.m.”, añadió Prache.

Según el fiscal, el policía acusado argumentó que le disparó “por el deseo de evitar que el vehículo volviera a huir, y por la peligrosa conducta vial del conductor”. En ese sentido, dijo que temía que el adolescente atropellara a alguien con el auto, incluso a él o a su compañero.

Noche violenta

Desde entonces, la tensión es alta en los suburbios de la capital, donde las autoridades desplegaron en la noche 2000 agentes para evitar más disturbios, pero estos también se extendieron a otras zonas como Lyon (este), Toulouse (suroeste) o Lille (norte).

Al menos 180 personas fueron detenidas en la pasada noche, indicó el ministro del Interior, Gérald Darmanin, quien denunció violencias “insoportables contra símbolos de la República” y criticó a quienes no llamaron a la calma. También confirmó que 170 miembros de las fuerzas de seguridad han resultado heridos, por lo que ha propuesto cuadruplicar el despliegue de efectivos contemplado para el miércoles. Quiere que “la respuesta del Estado sea firme” y “restablecer el orden republicano”, para lo cual serán movilizados 40.000 policías y gendarmes, 5000 de ellos en París, informó Franceinfo.

“Hay que evitar evidentemente una escalada. Hay un drama, la justicia hace su trabajo”, urgió la primera ministra, Elisabeth Borne, desde Garges-les-Gonesse (al norte de París), donde anoche incendiaron el ayuntamiento.

Además de ese ayuntamiento y decenas de autos –66 sólo en Estrasburgo (noreste)–, se incendiaron escuelas en varias ciudades como en Tourcoing (norte) y comisarias como en Ruán (noroeste).

“Estamos hartos de que nos traten así. Esto es por Nahel, somos Nahel”, gritaban los jóvenes que durante la noche se enfrentaron esporádicamente en el noreste de París con la policía durante más de tres horas, constató un periodista de la AFP.

¿Estado de emergencia, como en 2005?

La muerte de Nahel provocó una fuerte indignación, desde Macron al capitán de la selección francesa de fútbol Kylian Mbappé, y relanzó el recurrente debate sobre la violencia policial. Trece personas murieron en circunstancias similares en 2022.

Un video publicado en redes sociales, que AFP verificó, muestra cómo un agente retiene a punta de pistola al conductor y le dispara a quemarropa cuando arranca. En la grabación se escucha a alguien exclamar: “¡Vas a recibir una bala en la cabeza!”, aunque no queda claro quién lo dice.

La fuga del joven, fichado por la policía por hechos similares, terminó a unas decenas de metros, cuando el coche se estrelló contra un poste. La víctima falleció poco después tras haber sido alcanzado en el tórax.

El drama trae de vuelta el recuerdo de los disturbios de 2005 en los suburbios de las grandes ciudades, después que dos adolescentes perdieran la vida electrocutados cuando huían de la policía en Clichy-sous-Bois, al noroeste de París.

El gobierno del entonces presidente conservador Jacques Chirac decretó el estado de emergencia, por primera vez en la Francia metropolitana desde el final de la guerra de independencia de Argelia. Los dos policías inculpados fueron absueltos en 2015.

“Pido que se active inmediatamente el estado de emergencia allí donde hubo incidentes”, pidió el líder derechista Éric Ciotti. Tanto la derecha como la extrema derecha reiteran su llamado a respetar la “presunción de inocencia” de los agentes.

El gobierno afronta una situación delicada, particularmente cuando sus críticas de la víspera crearon malestar entre los sindicatos de policía, y busca conjugar la firmeza ante los disturbios con un apaciguamiento para evitar que se recrudezca la tensión.

En este contexto, la primera ministra centrista, Elisabeth Borne, anuló una visita al oeste del país y se aplazaron los viajes “no prioritarios” de los ministros, indicó a la AFP su oficina.

fuente: La Nación

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