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Georgieva entiende los problemas pero espera que sigan los ajustes prometidos

La número uno del FMI apunta a la aceleración de la quita de subsidios eléctricos, recorte de la moratoria jubilatoria y la ayuda social.

La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, dijo este jueves que la severa sequía “complicó el trabajo de las autoridades” argentinas y que si bien ven un compromiso del Gobierno por seguir “ajustando las políticas” insistió en la importancia de la “implementación” del programa.

Georgieva se refirió a la Argentina en una conferencia de prensa en el marco de la Asamblea de Primavera del FMI y del Banco Mundial, que se lleva a cabo esta semana en Washington con los ministros de economía y los jefes de Bancos Centrales de todos los países.

“Sabemos que Argentina se vio muy afectada por una sequía severa que ha minado el desempeño de la economía y esto ha afectado negativamente y significativamente al pueblo del país. Esto ha complicado la tarea de las autoridades” dijo Georgieva.

“Hemos estudiado las repercusiones de este shock, habíamos tomado esto en cuenta parcialmente en la modificación de la meta de reservas internacionales, pero reconocemos que hay un compromiso de parte del gobierno de continuar ajustando las políticas a la luz de las condiciones que enfrentan. Y de hecho seguiremos con mucha atención lo que están haciendo, si tienen éxito”, agregó.

“Por supuesto, todo se trata de la implementación y continuará tratándose de eso en estas circunstancias tan difíciles”, señaló.

A fines de marzo, el directorio del organismo aprobó la cuarta revisión del programa –que abarcaba el último trimestre del 2022— y concretó un desembolso de US$ 5.400 millones. Pero el staff report vino con una serie de alertas para el primer trimestre de este año, sobre todo por el impacto de la sequía que mermó drásticamente la acumulación de reservas. En este contexto, el Fondo accedió a reducir la meta de fondos en el Central (US$ 3.600 millones a fin de marzo y US$ 1.800 millones en todo el 2023).

Así y todo, se estima que esta flexibilidad no será suficiente para completar sin problemas la quinta revisión. Pero el Fondo igualmente ya advirtió: la meta del déficit fiscal, que es de un 1,9% del PBI a fin de año, no se relajará.

En un año electoral, el ministro Sergio Massa necesita negociar la mayor flexibilidad posible y a la vez dar muestras en Washington de que está activando las medidas que el Fondo pide: una aceleración de la quita de subsidios eléctricos a hogares de mayores ingresos; un recorte en la nueva moratoria jubilatoria para amortiguar el impacto en el déficit (le aconsejan reducir la mitad de las 800.000 personas previstas en el nuevo sistema) y un reacomodamiento en los subsidios sociales.

“Se requieren esfuerzos aún mayores para poder tener un buen entorno macro. Ser capaz de tener una política fiscal, una política monetaria y una política cambiaria consistentes que puedan contribuir a reducir la inflación y evitar grandes interrupciones en el mercado de bonos interno”, dijo la numero dos del FMI, Gita Gopinath, el miércoles en una entrevista con el diario español El País.

El martes, el organismo dio a conocer las perspectivas económicas para Argentina y dijo que el país casi no crecerá este año, apenas un 0,2%, una baja sustancial desde el 2% que pronosticaba en enero. Vaticinó, además, una inflación de 88% a fin de año, lejos de las estimaciones de los privados, que alcanzan el 120%.

fuente: Clarin

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