G20: El Presidente estuvo seis horas en un hospital por «gastritis erosiva con signos de sangrado»
Se descompensó antes de entrar a la cumbre de presidentes. Le diagnosticaron una gastritis erosiva con signos de sangrado pero decidió mantener igual la reunión con Xi Jinping.
Al cabo de las seis horas que estuvo en el Sanglah General Hospital por una “gastritis erosiva con signos de sangrado”, Alberto Fernández se reunió con su par chino Xi Jinping, en lo que fue su primera reunión bilateral que tuvo en el marco de la cumbre del G20 que se realiza en Bali, Indonesia.
«El sangrado me generó una baja de presión. Entonces, para verificar el sangrado, los médicos me llevaron a un hospital de Bali, pero al solo efecto de hacer una endoscopia y un análisis de sangre. Y después hicimos tiempo para la reunión con Xi Jinping. «Estoy bien, estoy trabajando bien», dijo el mandatario en un improvisado anuncio trazado por la portavoz Gabriela Cerruti ante las versiones que daban cuenta que se había desmayado.
Antes de volver a su hotel, el Presidente cumplió con su bilateral con Xi Jinping. Y confirmó que este miércoles cumplirá con su agenda, como tenía previsto, aunque evalúa recortar algunas actividades: lo único que a esta altura no está en duda es la bilateral con la titular del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva.
Se reunieron durante 20 minutos en el Hotel Muliá, donde se hospeda el mandatario chino. El Presidente estuvo acompañado por el canciller Santiago Cafiero; el ministro de Economía, Sergio Massa; los secretarios Julio Vitobello (Presidencia); Gabriela Cerruti (Comunicación y Prensa), Flavia Royón (Energía); el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos; y la jefa de Gabinete de Cancillería, Luciana Tito.
Por precaución, a la comitiva se sumó el doctor Manuel Estigarribia, de la Unidad Médica Presidencial, y Fernández es monitoreado a la distancia por Federico Saavedra, el jefe de los médicos.
Fernández había sido internado alrededor de las 11 de Bali y salió a las 17 rumbo al encuentro con Xi Jinping, que duró 20 minutos -entre las 17.49 y las 18.09 hora local- y a la que el Gobierno llegó con varios puntos que debatir, como la ampliación y cambio en el swap chino y la necesidad de equilibrar el déficit comercial.
Por la mañana, antes de entrar al salón para la cumbre de presidentes, Fernández sufrió un cuadro de “hipotensión y mareos”, según indicó un escueto comunicado de Presidencia, en el que no se abundó en detalles. Luego, casi cuatro horas más tarde, el diagnóstico fue «una gastritis erosiva con signos de sangrado». Fernández descartó que se trate de una úlcera de duodeno, como circuló con cierta intensidad en Indonesia.
“(El Presidente) recibió el tratamiento médico adecuado encontrándose en buen estado de salud y reanudando sus actividades con control médico”, señalaron los médicos en su comunicado.
Tras los estudios y cuando se había decidido ratificar la cumbre con Xi Jinping, desde el Gobierno confirmaron que el jefe de Estado había sido trasladado en una ambulancia al Sanglah General Hospital, donde le hicieron los estudios pertinentes y le aplicaron suero.
«Este equipo mantendrá informada a la opinión pública de la evolución médica del señor Presidente de la Nación», agregó el parte con la firma de Saavedra, jefe de la UMP.
fuente: Clarin