Elecciones en Estados Unidos: pelean voto a voto por el Congreso, pero no hubo una «ola republicana»
Se aguarda la definición por el Congreso, pero la oposición no logró el triunfo que esperaba.
El conteo de votos avanzaba lentamente esta noche en Estados Unidos para definir el control del Congreso, en unas de las elecciones legislativas más ajustadas que se recuerden: la «ola roja» que vaticinaban los republicanos no se concretó y los demócratas, que podían perder por muy poco la Cámara de Representantes, se esperanzaban con mantener el Senado.
Los demócratas hicieron una inesperada demostración de fuerza en votaciones muy peleadas, a pesar de la alta inflación y la impopularidad del presidente Joe Biden, cuyo mandato no se verá maniatado políticamente en el tramo final.
Las proyecciones señalaban, pasadas las 3.31 de la madrugada, hora local, que los republicanos podrían tomar el control de la cámara baja pero por apenas unas pocas bancas. El líder de la minoría republicana, Kevin McCarthy, salió a anunciar anoche que ganarían en Representantes.
Más cauta, la presidenta Nancy Pelosi, dijo anoche que «aunque muchas votaciones siguen demasiado ajustadas para declarar un ganador, está claro que los miembros y candidatos demócratas de la Cámara de Representantes están superando con fuerza las expectativas en todo el país».
El Senado –que hoy está empatado en 50 a 50, con la definición hacia los demócratas por el voto de la vicepresidenta Kamala Harris– aparecía muy peleado y había que esperar los resultados de lugares muy reñidos como Arizona, Nevada y también Georgia, donde ninguno de los dos candidatos alcanzaba la mayoría requerida y habría una segunda vuelta.
El gran ganador de la noche es el republicano Ron DeSantis, que arrasó por más de 17 puntos en Florida y será reelegido gobernador. Su amplio triunfo lo catapulta como uno de los grandes competidores para las presidenciales de 2024 y es posible que tenga que definir las primarias con Donald Trump.
Los republicanos obtenían otras gobernaciones clave como la de Texas, donde Greg Abbott ganó la reelección sobre el postulante demócrata Beto O´Rourke, que ve así complicadas sus chances de postularse a la Casa Blanca.
El partido de Trump también se impuso en también en las gobernaciones de New Hampshire, Oklahoma, South Dakota, Iowa Wyoming, Vermont, South Carolina, Tennessee y Arkansas, donde triunfó la ex vocera de la Casa Blanca Sarah Huckabee Sanders.
Los demócratas ganaron las gobernaciones en Maryland, New York, Rhode Island, Colorado, Pennsylvania, Washington, Michigan, Illinois y en Massachussets, donde la fiscal general Maura Healey se convertirá en la primera mujer en ser gobernadora del estado y la primera lesbiana en ocupar ese cargo en EE.UU.
Estas elecciones de medio término, en las que tradicionalmente suele ganar el partido de la oposición, adquirieron una relevancia crucial por el contexto divisivo en que se encuentra el país y el antecedente de los últimos comicios de 2020, cuando Donald Trump perdió, denunció fraude y no reconoció su derrota, un mantra que aún hoy sigue repitiendo.
Solo un dato de esta anoche: un 34% de los votantes dijo que Biden no había sido elegido legítimamente en las últimas presidenciales, según un sondeo a boca de urna de CNN.
Los estadounidenses votaron este martes por la renovación de la totalidad de la Cámara de Representantes (435 diputados), un tercio del Senado (35 senadores) y 36 gobernadores, más diversas autoridades locales y estatales. También se celebraron referendos sobre el derecho al aborto en cuatro estados: California, Vermont, Kentucky y Michigan y otros sobre el libre uso de la marihuana.
La batalla por el Congreso
Los demócratas ostentan actualmente el control de la Cámara de Representantes y del Senado y las encuestas auguran que la oposición republicana recuperaría el poder en ambas. La media ponderada de sondeos del sitio FiveThirtyEight les da un 84% de posibilidades de lograr la Cámara baja y un 55 % de que ganen la Cámara Alta.
Por cuando avanzaba el escrutinio en buena parte del país esas proyecciones no se concretaban y la diferencia se ajustaba.
Atentos a lo que sucedió en últimas presidenciales, que se tardó cuatro días en declarar que Biden había ganado a Trump, los expertos, incluso la vocera de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, coincidieron en que puede demorarse hasta “varios días” conocer los resultados definitivos.
En datos difundidos a boca de urna, los votantes se manifestaron muy preocupados por la marcha de la economía, un tema con el que los republicanos culparon a Biden durante la campaña.
Una encuesta de la CNN a la salida de los centros de votación señaló que el 32% de los votantes dijo que la inflación fue el tema más importante de las elecciones, mientras que un 27% señaló que el aborto fue una cuestión decisiva a la hora de votar.
Es la primera elección después de la decisión de junio de la Corte Suprema de derogar el fallo de Roe vs Wade, que garantizaba desde 1973 el derecho al aborto a nivel federal. Esta decisión movilizó a las bases demócratas que temen por mayores restricciones a este derecho. Pero los ultraconservadores también buscan expandir la prohibición a todos los estados.
La preocupación por la inflación –hoy es un 8,2% anual– sacude a todo el país, ya que el índice de precios alcanzó un récord que no se veía en 40 años. Un 75% de los encuestados dijo que la economía de Estados Unidos no marchaba bien, mientras que un 46% dijo que su situación financiera comparada con la de un año atrás era peor y solo un 18% dijo que era mejor.
Un 61% aseguró que el precio del combustible –aunque ahora bajó llegó a sobrepasar los 5 dólares por galón– había sido un problema para la economía familiar.
Un día tranquilo
La votación transcurrió con normalidad y sin incidentes mayores, a pesar del clima de crispación en que se vive y las amenazas a candidatos y autoridades electorales. Se registraron algunos incidentes en algunas circunscripciones como Maricopa (Arizona), donde hubo problemas con las máquinas de votación en algunos centros.
También hubo denuncias en Nueva Jersey y en Pennsylvania, pero en principio fueron cuestiones habituales en comicios generales.
Los demócratas insistieron en que en estas elecciones la democracia estaba en juego. Denunciaron que la mayoría de los candidatos republicanos que compitieron para la cámara de representantes, el senado y puestos relevantes en sus estados –291 en total— han negado o cuestionado o negado el resultado de 2020, según un análisis de The Washington Post.
Los demócratas habían alertado que buena parte de ellos ganarían y tomarían cargos que serían decisivos para cualquier definición electoral en las presidenciales de 2024, advierten los demócratas.
Los republicanos se entusiasmaban con lograr una “ola roja” que arrasara en todo el país y lograra el control de ambas cámaras, mientras que Donald Trump buscaba subirse al carro del triunfo y anunciar su posible candidatura para 2024. El lunes dijo que haría un “anuncio muy importante” el próximo martes.
Pero a Trump le ha surgido un competidor para las primarias: esta noche ganó ampliamente su reelección el gobernador conservador de Florida Ron DeSantis, que se coloca en carrera para 2024.
Biden, próximo a cumplir 80 años, ha dicho que buscaba competir por un segundo gobierno, por lo que podría reeditarse en 2024 su duelo con Trump. Después de estas elecciones, el presidente podrá transitar más aliviado la segunda parte de su mandato.
fuente: Clarín