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Cristina Kirchner redobla la apuesta y le pide al oficialismo “repensar” la autonomía porteña

Fue luego del episodio de las vallas en inmediaciones de su casa en Recoleta; ante diputados y senadores del Frente de Todos, la vicepresidenta fustigó a la “policía política” de la ciudad de Buenos Aires; cargó especialmente contra Patricia Bullrich.

n un encuentro pensado para mostrar unidad partidaria, la vicepresidenta Cristina Kirchner decidió redoblar la apuesta en su enfrentamiento con el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y planteó la necesidad de “repensar” la autonomía de la Ciudad de Buenos Aires. “De repente, una policía política se ha apoderado de la seguridad de las calles. Esto debe ser replanteado”, advirtió.

“Deberíamos replantearnos el funcionamiento jurisdiccional, de cómo se debe ejercer la jurisdicción y cuál es el rol del Gobierno federal en una ciudad como esta, porque la Constitución no habla de autonomía, se habla de que se dicte un estatuto, y porque esta ciudad es la capital de todos los argentinos”, dijo la vicepresidenta en el tramo más contundente del discurso que brindó este martes ante un centenar de legisladores del Frente de Todos que se reunieron esta tarde en el Salón Azul del Congreso.

La autonomía porteña fue reconocida en la reforma Constitucional de 1994, pero fue una norma sancionada en 1995, la denominada Ley Cafiero, la que reglamentó los alcances del gobierno local y la preservación de los intereses de la Nación en su territorio. En esa norma, se estableció que la Capital Federal se regiría por un Estatuto.

Así, la vicepresidenta volvió a cargar contra el jefe de Gobierno porteño y su decisión de vallar la zona aledaña a la esquina de Juncal y Uruguay, del barrio de Recoleta, donde vive Cristina Kirchner y que fue escenario del enfrentamiento entre la Policía de la Ciudad y militantes kirchneristas en la tarde del sábado.

Las palabras de Cristina Kirchner sorprendieron a los más de cien legisladores oficialistas que en un gesto de unidad partidaria y de apoyo ante lo que consideran los embates de una justicia dominada por el macrismo que intenta proscribir y perseguir al peronismo, se reunieron esta tarde con Cristina Kirchner en el Salón Azul del Congreso en medio de la tensión política generada por los incidentes del fin de semana.

El encuentro duró cerca de una hora y concluyó con las palabras de Cristina Kirchner, quien en un discurso de algo más de 20 minutos volvió a hacer hincapié en el hecho de que las acusaciones judiciales que la tienen por blanco, como la del fiscal Diego Luciani en la causa Vialidad, tiene por objeto perseguir al peronismo y a los dirigentes sociales que defienden a los sectores populares.

La vicepresidenta también lanzó veladas críticas a la presidenta de Pro, Patricia Bullrich, quien fue una de las dirigentes de la oposición que con más fuerza cuestionó el accionar de Cristina Kirchner y de sus militantes, llegando incluso a criticar a Rodríguez Larreta por haber decidido levantar el operativo de seguridad que había montado en la zona.

“Cuando uno ve los protagonistas de lo que pasó el pasado sábado es que se encuentra con los mismos yo casi los mismos protagonistas de lo que pasó en el 2001″, dijo Cristina Kirchner en el inicio de su alocución, antes de recordar que “lo que vimos todo el fin de semana, esa disputa de creer que la disputa es el apriete, fue la misma que lo llevó a un presidente en el 2001 a firmar un decreto de Estado de sitio”, agregó. Bullrich dijo esta noche en LN+ que se fue de ese gobierno un mes y medio antes de que renunciara De la Rúa.

En ese sentido, la vicepresidente aludió de manera más directa al recordar que en el gobierno de De la Rúa había “un grupo que tenía el nombre de una comida, del Sushi, que lo integraban los hijos del expresidente, de una ministra que ahora es la presidente del Pro; bueno, fue el que lo impulsó a firmar ese decreto de necesidad y urgencia para que diera muestras de autoridad y no quedara como un pusilánime”, agregó.

Cristina Kirchner ocupó el centro de la escena desde una mesa en la que estuvo secundada por la presidenta de la Cámara baja, Cecilia Moreau (Buenos aires), el jefe de la bancada de diputados del Frente de Todos, Germán Martínez (Santa Fe), y la conducción del interbloque oficialista del Senado, José Mayans (Formosa), y Anabel Fernández Sagasti (Mendoza).

“Cristina hizo un relato sobre la avanzada del partido judicial y dijo lo que se busca es proscribirla a ella, al Partido Justicialista y que tiene por finalidad aleccionar a los candidatos del campo nacional y popular”, resumió Paula Penaca (Buenos Aires), secretaria del bloque del Frente de Todos de la Cámara baja, las palabras con las que Cristinas Kirchner cerró el encuentro.

Según fuentes parlamentarias del oficialismo, la reunión fue organizada a pedido de la bancada de diputados del oficialismo, que pretendía brindarle en persona su respaldo y apoyo; después se decidió ampliar la convocatoria a los senadores. A partir de las cinco de la tarde senadores y diputados comenzaron a arribar al Salón Azul, y el encuentro comenzó media hora después, cuando la vicepresidenta hizo su ingreso al recinto que está ubicado debajo de la cúpula del palacio del Congreso. Para las 18.30 el encuentro ya había terminado.

“Fue una reunión importante donde se le expresó apoyo a su figura y a la situación que está viviendo con una justicia que creemos que no es imparcial para nada y por los hechos que se registraron en su casa”, afirmó al finalizar la reunión el senador Pablo Yedlin (Tucumán). “Se evaluó que, al menos para nosotros y hasta que hablen las defensas, las pruebas presentadas no suman para una condena”, agregó el legislador.

En la misma línea de apoyo incondicional se manifestó Mayans. “Hoy le dimos un respaldo explícito a la vicepresidenta; hay causas que toman una velocidad impresionante y hay otras que se caen estrepitosamente”, destacó en diálogo con periodistas acreditados, antes de agregar que “el proceso es todo una mentira”, en relación a la acusación por asociación ilícita impulsada por el fiscal Luciani. “No se puede decir que esta sea una justicia con prestigio y de representación independiente”, agregó el jefe del interbloque oficialista de la Cámara alta.

fuente: La Nación

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