Girasol: escasez de semillas e incógnita sobre el rendimiento de indiferencia
A días de iniciarse la campaña en el Chaco, se suman interrogantes debido a los incrementos constantes de los insumos, entre ellos el gasoil.
La campaña de girasol está a días de iniciarse, dependiendo la superficie implantada de la reserva de humedad y la disponibilidad de semilla, y con la incógnita sobre el rendimiento de indiferencia debido a los incrementos constantes de los insumos, entre ellos el gasoil.
Las estimaciones de técnicos públicos y privados concuerdan en que podría ser un año con una sumatoria importante de hectáreas implantadas con girasol. La estimación depende de lo que ocurra en los próximos días con las perspectivas de lluvia, ‘porque están faltando unos chaparrones para proveer de humedad a los primeros centímetros del suelo‘.
‘La demanda de semilla es alta pero la disponibilidad es poca y los lotes que vienen preparándose para girasol están bastante bien, solamente faltaría una lluvia los primeros días de julio para llegar con buen perfil de humedad para la siembra ya que muchos productores a partir del 20 inician la campaña‘, reseñó el ingeniero agrónomo Joel Romuchewsky. La parte superficial de los suelos, al menos en el centro chaqueño donde ocurrieron lluvias en otoño, ‘es a la que le estaría faltando humedad ya que unos centímetros más abajo queda disponibilidad‘.
SIN SEMILLAS
El insumo agua, hasta ahora, está disponible en el perfil pero el problema es que los materiales en simiente no son abundantes para garantizar la siembra de la totalidad de la superficie proyectada.
‘Existen en la zona muchos lotes en los que el productor finalmente no sembró trigo y los destinará a la oleaginosa, sumando hectáreas a las chacras que tienen un barbecho largo y están destinadas exclusivamente para el grano aceitero‘, explicó el técnico saenzpeñense. En los datos que maneja la delegación del Ministerio de Producción en el departamento Comandante Fernández, la intención de siembra se ubicaría entre las 20 y 25.000 hectáreas.
‘La realidad es que estimamos que se sembrarán aproximadamente quince mil hectáreas porque hay una faltante de semilla de calidad, lo que complicaría que se alcance la intención existente‘, aclaró Gustavo Eyerhalde, desde la oficina de la cartera productiva. ‘Esperemos que se pueda implantar la mayor cantidad de toda la superficie que se está preparando‘, remarcó Romuchewsky.
COSTOS ABIERTOS
La campaña de girasol tiene una muy buena intención de siembra en el centro chaqueño y la provincia, dependiendo el cumplimiento del objetivo de la disponibilidad de semillas y humedad. La otra incógnita para el productor son los costos finales que tendrá el cultivo, debido a la descontrolada inflación que no les permite afinar el lápiz para hacer los números de los gastos desde la siembra hasta la cosecha.
‘Hoy no podemos decir cuánto es el rinde de indiferencia que se debe lograr en los campos preparados para girasol porque no sabemos si la próxima semana las provisiones tendrán otros incrementos y se hace muy difícil estimar la inversión final‘, indicó.
‘En valor dólares, los insumos han aumentado muy poco en comparación con el año agrícola pasado, pero sí hay una diferencia importante en la valoración en pesos‘, mencionó Romuchewsky. A grandes rasgos, ‘hoy se estima una inversión de veinte mil pesos para una hectárea de girasol, incluyendo semillas, insumos y parte del barbecho‘.
‘Si contabilizamos todos los herbicidas que se deben utilizar para el barbecho completo, los costos se elevan porque en dólares hay productos como el glifosato que tuvieron un incremento muy importante‘, aclaró el profesional de la agronomía.
SIN CLARIDAD
‘No podemos hacer un promedio general de porcentaje de incremento de costos entre campaña porque hay insumos que aumentaron un cincuenta por ciento, otros un diez o cinco por ciento‘, acotó. El gasoil es el otro suministro indispensable para el trabajo agrícola y, además de la problemática de la faltante, ‘no se sabe cuál será su precio mañana, el próximo mes o al final del ciclo‘.
‘Los aumentos constantes del valor del combustible hacen que el productor tenga que afrontar un constante incremento en los costos que implican mover las maquinarias o, si paga por el servicio, las cotizaciones también son inciertas y suben con cada remarcación del precio del gasoil. Todo eso influye al momento del balance general de cuánto sale implantar el cultivo‘, finalizó el ingeniero Joel Romuchewsky.
fuente: Diario Norte