Política

Gira presidencial: Alberto Fernández llegó a Madrid

El Presidente aterrizó en Madrid a las 4.55 de Argentina. En el vuelo avisó que no romperá la unidad del Frente de Todos. Expectativa por los encuentros con Pedro Sánchez, Scholz y Macron.

Madrid lo recibió este martes (9.55 hora local, cinco horas menos en Argentina) con una mañana templada espléndida, pero no es el clima sino la distancia y perspectiva global lo que vino a buscar Alberto Fernández a Europa en medio de una creciente tensión interna en el Frente de Todos. A más de dos meses de su última conversación con Cristina Kirchner, el Presidente sabe que esa puja llegó para quedarse y que las diferencias y matices con La Cámpora y el kirchnerismo duro se mantendrán hasta el final de su gestión. Pero afirma a quien lo quiera escuchar que la unidad no está en juego y alentará que las discusiones se diriman en las PASO presidenciales de 2023.

La reflexión de Fernández, según reconstruyó este diario, se dio en el inicio del vuelo chárter de Aerolíneas Argentinas que despegó de Ezeiza el lunes a las 17.25. Todavía estaban bien frescas las duras réplicas de los ministros Martín Guzmán (Economía) y Matías Kulfas (Desarrollo Productivo), y había trascendido que ambos habían salido con su aval, por lo que el jefe de Estado buscó desdramatizar y dejar en claro que, al menos de su parte, el tema no escalará.

“Está bien (que hayan hablado) para aclarar algunas cosas y que no haya confusión”, agregó el mandatario, según pudo reconstruir este diario a través de fuentes oficiales. Justificó así el accionar de sus ministros, que replicaron duro a la vice, algo que en otro momento era impensado.

Es natural: Cristina, en su discurso del viernes en el que avaló públicamente que haya “debates” en el FDT y aseguró que lo suyo con Fernández no se trata de una pelea, le allanó el camino al Presidente para soltar a sus funcionarios de confianza y que salgan a confrontar con el kirchnerismo.

El más audaz fue Guzmán, quien refiriéndose explícitamente al segundo gobierno de Cristina habló de “inconsistencias macroeconómicas” y apuntó directo contra el congelamiento de tarifas. “Uno se pregunta en qué país del mundo ha funcionado para encauzar un sendero de desarrollo con inclusión social tener subsidios energéticos por 3 ó 4 puntos del PBI”, lanzó, filoso.

“Es bienvenido el debate de ideas -agregó el ministro-, hay cuestiones que en cierto momento han andado y en otro momento, no”.

El Presidente inició su gira por Europa y arribó al aeropuerto de Barajas de la ciudad de Madrid, acompañado por el canciller Santiago Cafiero, y fue recibido por el embajador Ricardo Alfonsín.

Pero Guzmán no se cortó solo. Del mismo modo que Larroque no levanta la cabeza sin el respaldo de Cristina, tanto él como Kulfas, el otro apuntado por el kirchnerismo, no hacen movimientos tan audaces sin autorización.

Según pudo saber este diario, ambos recibieron órdenes de salir a defender el rumbo económico y fijar una posición contundente ante algunos reclamos que suelen hacer los K. Guzmán habló con Fernández el domingo y también acordó no ir a las audiencias públicas por las tarifas, en claro desafío a los “energéticos”, como denominan a los funcionarios camporistas con quien está enfrentado: el secretario de Energía, Darío Martínez, y su subsecretario Federico Basualdo; el interventor del Enargas, Federico Bernal.

Fueron dos acciones de Guzmán en 24 horas orquestadas con el jefe de Estado. Así, en la comitiva no ocultaron que estaba “muy contento por lo que dijeron” sus funcionarios.

No será la última vez que haya fuego cruzado. Es que el diagnóstico cerca del Presidente es claro: la interna permanente llegó para quedarse hasta el final del mandato, pero quedará sólo en eso: si Cristina avisó que no romperá, Fernández tampoco dará el primer paso que ponga en riesgo la unidad.

Por eso, aunque aturdido por el fuego amigo, a Fernández sin embargo no le preocupa que algunos dirigentes del FDT se hayan anotado en la carrera presidencial, como es el caso del gobernador de Chaco, Jorge Capitanich; y tampoco le generan ruido los movimientos que hace el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro. Es, al cabo, el dirigente de primera línea de La Cámpora que en medio de los ataques de Andrés “Cuervo” Larroque se mostró más cercano y buscó tender puentes.

El Presidente es consciente de que tantas aspiraciones individuales forzarán inevitablemente una competencia electoral, de la que no se baja pero que no lo tendrá como único protagonista en el frente interno. A algunos colaboradores suyos los inquieta esta situación. A quienes le consultan les responde: “Yo fui quien abrió el debate en el acto del 17 de noviembre para que haya internas y planteé que vayamos a las PASO”. No se lo dijo a nadie arriba del avión pero tampoco hizo falta: a pesar de que la economía tiembla al compás de la inflación y de que desde el cristinismo dejan trascender sobre el desencanto de Cristina por ungirlo en 2019, en el entorno presidencial perjuran que no se va a bajar de la carrera.

Eso sí, en ese universo prefieren no prestarle atención al operativo clamor que desde hace semanas lanzaron La Cámpora y funcionarios de Axel Kicillof para que Cristina sea candidata. Se sabe, como ocurrió en la última presidencial cuando ella sorprendió a Mauricio Macri, una decisión suya puede cambiar todo y derribar cualquier plan.

Cómo arranca la gira 

Si bien inicialmente el Gobierno sostuvo que el viaje tenía como eje la búsqueda de inversiones, la gira se reconfiguró a un tono estrictamente político.

En ese aspecto, la confirmación de una bilateral con Emmanuel Macron implica el cierre que Fernández buscaba. Con el ejemplo de la reciente elección, el presidente francés, según marcan en el Gobierno, representa la moderación ante los extremos que el jefe de Estado dice querer emular: hará hincapié en los riesgos ante el crecimiento de la ultraderecha.

Pero antes la agenda es en España y Alemania. Este martes, tras un breve paso por la residencia del embajador en España, Ricardo Alfonsín, Fernández seguirá rumbo al Palacio de la Moncloa para la reunión, con el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez.

Luego, cuatro horas más tarde, será el turno del encuentro con el Rey Felipe VI en el Palacio de la Zarzuela. En el medio, el Presidente dará entrevistas solo a medios españoles.

fuente: Clarin

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